Se celebró la ya tradicional fiesta “Hombre sin fronteras” en el Centro de Nueva Acrópolis en Moscú. Cada participante  tuvo la posibilidad de sentirse un poco como el “homo universalis” de aquellos tiempos y probar su ingenio y creatividad en varias de las actividades. Durante todo un día se recreó toda una “Ciudad de maestros artesanos” con pintores y poetas, escultores, hombres de ciencia y alquimistas, actores y músicos; también hubo clases teóricas y prácticas de artes y diferentes artesanías para niños y adultos. La jornada incluyó numerosas representaciones teatrales, canciones y bailes en los que participaron todos los asistentes.