Entrevista a Pierre Poulain, director de Nueva Acrópolis en Israel, publicada en la revista “Haim Aherim”

Presencia en los medios

PierrePoulainNuevas vestiduras para una sabiduría antigua

Muchas veces nos preguntamos de dónde venimos y a dónde vamos, ¿cuál es nuestra función en el mundo? Nueva Acrópolis, una organización internacional inspirada en la filosofía práctica como modo de vida, trata de ayudar a los que buscan y quieren respuestas. “Se trata básicamente de aprender cosas que siempre han existido, pero aquí les damos una nueva visión a la sabiduría de siempre” dice Pierre Poulain, fundador de la organización en Israel.

“Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos” escribió Antoine de Saint-Exupéry en su obra “El principito”. Esta frase fue citada por Pierre Poulain –filósofo, fotógrafo y fundador de Nueva Acrópolis en Israel– en la conferencia que dio en el Día Mundial de la Filosofía. “El objetivo del artista y del filósofo es ser un puente hacia lo invisible. Tiene el deber y el derecho de ver y permitir que los otros vean lo invisible a los ojos. Porque la vida es un gran misterio, y nosotros, los seres humanos, vamos a un viaje maravilloso para descubrir cuál es realmente la realidad.” Explica Poulain en una entrevista que tuve con él con motivo de la publicación de su nuevo libro “El artista, el soñador y el guerrero, un puente hacia lo invisible”.

Discípulos de la vida

Desde siempre, los seres humanos se ocupaban de las preguntas más esenciales, ¿de dónde vengo, a dónde voy, cuál es mi función en este mundo? Parece que en Nueva Acrópolis encontraron la manera de ayudar a los que quieren respuestas a estas preguntas.

PierrePoulainNueva Acrópolis es una organización internacional de carácter filosófico fundada en 1957 en Argentina y funciona hoy en día en más de 60 países en el mundo. La primera sede israelí fue abierta por Pierre Poulain en 1987, y hoy en día hay ya en Israel nueve filiales donde estudian aproximadamente 300 alumnos que son miembros en la organización, y miles de estudiantes que llegan para los cursos y conferencias.

Según Poulain, Nueva Acrópolis es una organización sin fines de lucro, que no pertenece a ninguna religión y no está involucrada en ninguna actividad política. Cualquier persona puede participar libremente en sus actividades en tres niveles de participación: como alumno que viene a las conferencias y a los cursos; como miembro activo que estudia regularmente y que también participa en las actividades de cultura y voluntariado; o como quien eligió este camino como una forma de vida, y que tiene que pasar por un proceso personal de maestro-discípulo, como hacían en las escuelas antiguas de Oriente y Occidente, en las cuales la organización se inspira.

La visión común de todos los miembros de la organización por todo el mundo es promover el espíritu de fraternidad, sin discriminación de raza, sexo, fe, nacionalidad, clase social o color; desarrollar los estudios de las religiones, las ciencias, las artes y las filosofías de Oriente y Occidente; e investigar el poder humano y las leyes de la naturaleza.

En Nueva Acrópolis creen que las respuestas a las preguntas más significativas que cada persona busca en su corazón son las mismas que hallaron aquellos que recorren el camino desde siempre, del oeste y del este; todos querían ser discípulos de la vida. Su camino es universal y la sabiduría humana pertenece a todos. En la organización han elegido expresar esto en tres ejes centrales que se enfocan en  filosofía, cultura y voluntariado.

El significado de la palabra “filosofía”, según Poulain, es amor de la sabiduría (filo-amor,  Sofía- sabiduría), y se expresa a través de un programa de estudios uniforme en todas las sedes del mundo, basado en estudios realizados en las escuelas de sabiduría en diferentes épocas de la historia. Una ojeada en el programa de estudios básicos enfatiza el fascinante estudio comparado del Bahagavad-Gita –el libro de sabiduría antigua de la India–, el budismo y budismo tibetano, Confucio; y en Occidente: Aristóteles, Platón, Pitágoras, el antiguo Egipto, conceptos como la iniciación tribal y magia, diferentes aspectos de la divinidad a través del  monoteísmo, politeísmo, y panteísmo, y la espiritualidad en la era de Acuario. En la organización promueven también el área cultural, favorecen la creatividad y el arte como una ruta paralela que permite el desarrollo personal, y le hace recordar al ser humano quien es y quien puede ser. Como parte del tercer ámbito, que es el del voluntariado, existen grupos coordinados que hacen  actividades para el cuidado de la comunidad, basadas en la generosidad, la tolerancia y la fraternidad. “No es solo para nosotros. Funciona por dentro y por fuera, porque el proceso que empieza en nosotros afecta  al exterior, al mundo y viceversa” dice Poulain.

Dos maletas y un sueño

Poulain llegó a Israel de Francia hace 27 años con dos maletas, sin saber hebreo y sin recursos económicos, pero con un sueño en su corazón, fundar en Israel Nueva Acrópolis. Nació en Paris en 1956 en una familia judía-francesa que pasó por el trauma del holocausto. Su padre cambió su apellido de Pollak a Poulain para que no los identificaran a él y a sus hijos como judíos. “Recibí una educación normal y me interesé más que nada en biología y fotografía. Terminé la secundaria antes de tiempo- a los dieciséis años me fui de la casa de mis padres y durante dos años viajé por el mundo. Al regresar estudié en la universidad Genética, y luego Trabajador social. Estuve con niños sin hogar y en un terreno vacío en mitad de la ciudad, pero después de dos meses ese terreno fue vendido a una promotora para construir una torre. Cuando pregunté que iba a pasar con los niños, me contestaron que importaban menos que el edificio, por eso me peleé con el director y me despidieron. Lo mismo se repetía en otros lugares de trabajo diferentes, en los cuales no me encontraba cómodo y entraba en conflictos de tipo ideológico. A los diecinueve años, me fui con la cámara de fotos y anduve por Paris trabajando como taxista por las noches.  No sabía qué es lo que quería, y comencé a interesarme en temas diferentes como alquimia y astronomía.  Siempre me interesaban las cosas espirituales e esotéricas. Un día, entré en una librería y vi estantes llenos de libros de estos temas. Entendí que necesitaba a alguien que me guiara, pero no sabía a quién preguntar hasta que vi una nota pequeña, una invitación a una conferencia en Nueva Acrópolis sobre Alquimia e inmediatamente me inscribí al curso.

“Lo interesante es que en esa misma conferencia, nada me fue nuevo, y lo que si me sorprendió y me atrajo la atención fue el conferenciante, Fernando Schwarz, que fundó Nueva Acrópolis en Francia. Él se convirtió en mi maestro. Por primera vez sentí algo que no se puede explicar. Encontré un ser humano que no solo transmite conocimientos sino que también proyecta que es un maestro”.

Se inscribió como estudiante al curso básico de introducción a la filosofía, y luego se hizo miembro de la organización, y siguió estudiando y profundizando junto a su maestro durante seis años. “Así también es habitual en Israel, permitir a los alumnos primero estudiar la base, y después decidir si les es adecuado y correcto” explica Poulain.

Entrevista a un miembro de la filial de Rishon: Moran Ganon (ndt)

Sobre el conocimiento práctico para la vida

“Conocí Nueva Acrópolis después de obtener mi primer título, y mi gran viaje a India. Tenía pensado seguir y estudiar filosofía como segundo título, porque quería profundizar y encontrar respuestas a las preguntas existenciales” dice Moran Ganon, una alumna y miembro desde hace tres años y medio en la sede de Nueva Acrópolis en Rishon Le Zion. “Durante mucho tiempo recogía los folletos de la organización, que se repartían gratis en la calle, los leía, los marcaba y los guardaba. Al final fui a la conferencia de introducción e inmediatamente entendí que esto era lo que buscaba. Aunque no sea un título y no haya exámenes, se trata de conocimiento práctico que afecta a mi vida. Me di a mí misma un regalo de cumpleaños, me inscribí al curso, y desde entonces estudio allí. Lo chistoso en esta historia es que hoy, soy yo la que reparte los folletos de Acrópolis en la calle. En el aspecto interior, se puede decir que un lugar relativamente perdido de una especie de ‘buscadora’ con miedos de comprometerme, encontré un camino para la vida. Por primera vez aprendí a comprometerme con algo, al camino y a la vida de pareja también, persistir en algo que me hace bien y que me hace una persona mejor”. Hoy Moran está casada y espera un bebe, y su pareja también se hizo alumno en la sede. “Da mucha fuerza y enriquece a cada uno individualmente y a todos en conjunto. Lo maravilloso de Acrópolis es la énfasis sobre la aplicación, vivirlo y ser un ejemplo para otros”.    

El camino es lo esencial

Como respuesta a mi pregunta sobre la ventaja de estudiar directamente de un maestro en comparación de estudiar de libros o internet, el me dio una de las respuestas más interesantes y emocionantes que he escuchado: “Un libro no destruye ‘la ilusión’, no permite al ser humano ver lo subjetivo que es. En la cueva, como había descrito Platón, el maestro es la persona que trae un espejo y les permite a las personas verse tal cual son. El rol del maestro es permitir que el estudiante se ubique en la vida de la manera más objetiva posible, entender cuáles son sus defectos y sus virtudes y aprender cómo se pueden transformar los defectos en virtudes. La manera de explicárselo es a través del ejemplo personal. O sea, el maestro, él mismo, debe ser discípulo, pero un paso por delante de su discípulo. El no hace que el camino sea más fácil, sino que permite al discípulo enfrentarse con las dificultades y darle la mano cuando se cae. Él le señala el camino, pero no lo camina por él porque el discípulo mismo debe encontrar el ‘cómo’. Un buen maestro sabe soltar al discípulo cuando está preparado para permitirle conseguir la independencia”, termina con una sonrisa, “y esto no se puede encontrar en los libros ni en internet”.

Según Poulain, el concepto filosófico de la organizacion es muy simple, pero el ser humano no es simple y le es difícil percibir la simplicidad. “La simplicidad es  sabiduría. El sabio es una persona que puede explicar con una palabra lo mismo que digo yo en una conferencia entera. Nos hace falta un tipo de complejidad para entenderlo, eso no sucede en un día. La paradoja es que cuanto más avanzamos en los estudios, entendemos que estamos en el principio y cuánto no sabemos todavía, y que lo importante es que estamos en camino, en proceso, en movimiento. Lo esencial es el camino y no la meta porque no podemos ser perfectos pero podemos estar en el camino a la perfección; esto quiere decir desarrollarse cada día dando un paso adelante, aunque nos queden un millón de pasos más. El proceso del ser humano es interno, y la expresión externa  vendrá solo a lo largo del camino, cuando más profundicemos y avancemos.

Poco a poco

De su decisión de venir a Israel a los treinta años y fundar aquí Nueva Acrópolis, Poulain comparte con nosotros un cuento algo mítico: “Tuve un sueño sobre un tipo de tarjeta postal, como una foto de una ciudad sin ninguna historia. Seguía teniendo el mismo sueño, una ciudad con paisaje urbano, sin personas, solamente edificios. Un dia estaba en Acrópolis y buscaba música. Entre muchos discos, cogí uno de música israelí, y sobre la portada vi la foto del sueño, una foto de Jerusalén. Estaba muy asombrado porque hasta aquel instante no tuve ninguna relación con Israel, a pesar de ser judío”.

Un año después, en el cual también se casó, llegó Pierre a Israel y desde entonces cesó el sueño. La primera sede de Nueva Acrópolis se abrió en su apartamento, y su primer estudiante fue el primo de Fernando, que también fue el primer miembro de la organización. “Al principio la difusión fue de oído a oído. No sé qué fue lo que entendieron las personas, y cómo fue que llegaron a las primeras conferencias, pero después de poco tiempo alquilé un apartamento en Tel Aviv, que tuvo una sala de conferencias. El desarrollo del movimiento en Israel fue muy lento, pero me pareció muy bien, conforme con el sistema  de estudios de la organización, ‘poco a poco’. Con el tiempo, mi mujer y yo compramos un apartamento en la Avenida Rothschild, allí vivimos y enseñamos un año más”. Después que falleció su mujer de cáncer se mudó al lado del Mercado HaCarmel, y veinte años después a su actual residencia en la calle Rival, al lado de la escuela de fotografía Cámara Obscura. Poulain apunta que la organización no recibe ningún apoyo financiero de patrocinadores externos, y funciona solamente gracias a las cuotas mensuales de miembro, 250 NIS, que incluyen los estudios en las sedes y la participación en los eventos de la organización. Todos los maestros/profesores en las diferentes sedes, que empezaron como estudiantes, incluso Pierre, como todos los que ayudan en el mantenimiento de las sedes, lo hacen como puro voluntariado.  

Conócete a ti mismo

Poulain acentúa que el método de las enseñanzas se basa en el de la Academia de Platón, cuya foto está colgada en la sala de conferencias del centro. “Esta es la prueba de que esto es posible cuando uno vive y persigue su sueño, cuando uno tiene la necesidad y el poder de hacerlo, de esta manera uno es el ejemplo e inspira a los demás que siguen tu camino”. Él también está preparando a uno de sus discípulos para que le sustituya como director de la asociación. “Eso no significa que deje de enseñar en las distintas sedes, solo paso el “testigo” a la generación siguiente para que continúen con la asociación hacia adelante”.

¿Qué es lo que los alumnos reciben en Acrópolis?

“Ellos estudian que se puede vivir y no solo sobrevivir en la vida, que se puede ser feliz. El lema es “conócete a ti mismo”; que cada ser humano sepa cuáles son sus necesidades, a la vez que las de otras personas. Los alumnos estudian también cuál es su destino, que se puede alcanzar y cómo vivir con él. Ellos entienden que la vida no es solo el entender y correr de un lugar al otro para conseguir cosas, no solo tener, sino ser. Ellos ven que los sueños se pueden alcanzar si son auténticos. Efectivamente es vivir con sabiduría y aprender las cosas de siempre, pero aquí le ponemos nuevas vestiduras a la sabiduría eterna”. Poulain explica que a diferencia de todas las doctrinas de la Nueva Era, Nueva Acrópolis es en realidad la “vieja era”. “Este es un nombre nuevo en un movimiento antiguo cuyas raíces vienen desde Pitágoras, Platón, desde los templos del antiguo Egipto, del Budismo, de los monasterios del Tíbet y las doctrinas de la India. Nosotros somos solo un eslabón nuevo y provisional de una cadena de siempre. Estaba antes que nosotros y estará después de nosotros en el futuro para quienes estudien la metodología de la sabiduría, tal y como se enseñaba en el pasado por los sabios. Las leyes de la naturaleza no cambiaron y tampoco fundamentalmente el ser humano, por lo tanto la metodología es también valida hoy día.

¿A tu manera de ver, cuál es el objetivo de la vida?

“El objetivo de la vida es pertenecer. Si uno esta desconectado vive en una ilusión. Al estar desconectado, yo trabajo con mi mente, que puede proponerse una ilusión, por ejemplo de volar como un pájaro. Si entiendo que pertenezco a la humanidad y que existen leyes de naturaleza que tengo que obedecerlas, tendré éxito. La finalidad es entender que mi función es vivir mi meta como un ser humano, y abandonar mi ilusión personal. Cuando uno constituye un grupo de personas que tienen la misma forma de percibir la vida y la misma finalidad, uno multiplica los poderes que tiene entonces puede cambiar el mundo. El camino de la filosofía no es fácil. Nosotros creemos en los estudios con el transcurrir del tiempo porque lleva tiempo cambiar nuestras costumbres, y no se puede acortar camino. Es una forma de vida. Nuestro objetivo no está en estudiar sobre Platón y sobre el Buda, sino en aplicar los conocimientos que se aprenden durante la vida. Por lo tanto, el cambio es irreversible, porque sucede poco a poco, porque trabajamos con el tiempo”.

El arte como un puente hacia la unidad

En su nuevo libro “El artista. El soñador y el guerrero”  editorial Nueva Acrópolis, Pierre aclara que el despertar político de la sociedad de los últimos años da pie a la esperanza en un futuro mejor, pero choca con la duda de si los modelos políticos y sociales existentes permiten una autentica unidad y fraternidad entre los seres humanos. El indica que la humanidad ha enterrado sus sueños y se conforma con la supervivencia, que la justicia ya no es un valor filosófico sino que sirve a intereses personales.

En el libro dice que posiblemente el arte, que es un idioma internacional, es la vía para constituir la unidad y la comprensión de un destino común entre los hombres. “El artista es el que en su obra transforma lo invisible en visible. El destaca el arte y la belleza, por ser accesible por todos, como el camino natural para unir a los seres humanos. El arte y la belleza son un tipo de lenguaje universal que puede unir a los hombres, y si el libro despierta algún tipo de inquietud, yo he hecho lo que debí hacer”, dice Poulain.

Un comentario en “Entrevista a Pierre Poulain, director de Nueva Acrópolis en Israel, publicada en la revista “Haim Aherim”

Deja un comentario