Aunque hoy en día Halloween solo puede verse como un divertido día de disfraces y una oportunidad para hacer trucos o tratos, como filósofos, siempre intentamos volver a los orígenes de las tradiciones para comprender de dónde vienen y para qué sirven. Como descubrimos, “La víspera de Todos los Santos” siempre se celebraba en el punto medio entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, para dar la bienvenida a la cosecha y marcar el comienzo de “la mitad oscura del año”, los estudiantes de Nueva Acrópolis también aprovechamos esta oportunidad para pensar en los brillantes días de verano ya pasados, y en los días oscuros que vienen. Decidimos traer con nosotros toda la luz que compartimos bajo el sol en el frío invierno, para mantenernos calientes por dentro.

Mientras disfrutábamos de la conversación, decoramos nuestra escuela de una manera mágica y teníamos deliciosas golosinas aterradoras que preparamos nosotros mismos. ¡Fue un día realmente divertido e interesante!