El Día de la Madre Tierra fue una oportunidad para recordar y experimentar la relación inseparable que tenemos con la Naturaleza de la que somos parte.

Durante la hermosa mañana del sábado limpiamos una de las playas turísticas de la ciudad de Busan, mientras hablábamos sobre el significado de nuestras acciones y si una pequeña acción puede marcar una diferencia real.

Al final compartimos nuestras reflexiones y la forma en que podemos influir positivamente en la salud y el equilibrio de la naturaleza manteniendo la salud y el equilibrio dentro de nosotros mismos.

Saber que junto a nosotros miles de otros voluntarios alrededor del mundo están trabajando por nuestra sabia Madre Tierra, en el mismo día y con la misma noble intención, llenó nuestros corazones de alegría y calidez.

“Solos podemos hacer tan poco; Juntos podemos hacer mucho”.
– Helen Keller