En el Día Internacional de la Filosofía, organizado por Nueva Acrópolis, nos reunimos para explorar el profundo tema de la esperanza como fuerza impulsora del cambio. El evento, titulado “Abriendo una puerta a la esperanza”, reunió a personas inspiradoras de diversos ámbitos de la vida para compartir sus historias y perspectivas sobre el trabajo colectivo por un futuro mejor. Los debates enfatizaron el poder de la conexión y la colaboración, incluso frente a la adversidad.

Maoz Yinon, un activista por la paz y empresario israelí, compartió su recorrido de transformación de la tragedia personal en un compromiso con la acción. Después de haber sufrido una profunda pérdida personal, Maoz canalizó su dolor en una misión por la paz, ilustrando cómo la esperanza puede servir como una fuerza que nos empodera para enfrentar realidades complejas.

Idit Ohel, la madre de Alon Ohel, quien fue secuestrado del Festival Nova el 7 de octubre, habló sobre recuperar el control de nuestro destino, negarnos a convertirnos en víctimas de las circunstancias y encontrar la fuerza para dar a los demás incluso desde los lugares más desafiantes y dolorosos. Su historia fue un poderoso recordatorio de la resiliencia del espíritu humano y el poder transformador de la esperanza en acción.

Amin Al-Jamel, un educador, enriqueció el debate con su énfasis en el diálogo judío-árabe como un puente para la conexión y el entendimiento. Su perspectiva destacó el papel de la educación como catalizador para construir el respeto mutuo y la esperanza compartida.

Racheli Reuven, poeta y pensadora, aportó su sabiduría y reflexiones personales sobre cómo afrontar los desafíos de la vida, enfatizando el poder de la resiliencia y la creatividad para fomentar la esperanza.
Ronen Halabi, el director de Nueva Acrópolis Israel, concluyó el panel conectándonos con nuestro papel en el mundo. Habló sobre el trabajo interior que nosotros, como filósofos, estamos llamados a hacer, especialmente en estos tiempos difíciles. Sus palabras fueron un llamado a la acción, basado en la resiliencia y el compromiso con la esperanza.

Las voces de esa noche estaban llenas de esperanza, unidad y optimismo. Nos recordaron nuestra importante misión y fortalecieron nuestra creencia de que juntos, con la hermosa diversidad de la humanidad, podemos estar a la altura del desafío y crear un futuro mejor.