En Cork tuvimos un lleno absoluto en el taller práctico de la sabiduría de las artes japonesas. Combinando las disciplinas del arreglo floral Ikebana y la poesía Haiku, los miembros del público fueron invitados a explorar su lado reflexivo y conectarse con la belleza atemporal. Primero aprendieron sobre los conceptos de ambas artes, luego todos trabajaron en silencio, calma y concentración para construir su Ikabana individual. Todos notaron el cambio dramático en la atmósfera después del tiempo dedicado a concentrarse en los arreglos florales, siendo una experiencia calmante y centradora para todos. Después de un breve descanso, volvimos para reflexionar brevemente sobre las flores y la experiencia antes de capturar la esencia de ambas en un breve pero profundo Haiku. En ambos casos, la estructura específica de las formas de arte inicialmente parecía limitar la creatividad, pero la gente rápidamente se dio cuenta de la necesidad de dejar de lado el deseo de controlar, no de buscar la perfección sino de aquietar la mente y las emociones y simplemente “ser”. Aunque para algunos fue todo un desafío, al final todos pudieron producir un poema único e inspirador para acompañar su ikebana, y pudieron llevarse ambos a casa.