Festival Acrópolis (Portugal, Braga)
El Festival Acrópolis de Braga regresó al Museo Nogueira da Silva con una jornada más dedicada al arte, el movimiento, la reflexión y la contemplación. A través de los Cuatro Elementos (Tierra, Agua, Aire y Fuego) se realizó un recorrido por diferentes expresiones artísticas, con intervenciones poéticas, pintura, oratoria, música, …
Las actividades realizadas en este día fueron las siguientes:
9:00 -11:00 h – Caminata ecológica: Vivir sin humo – Aprendiendo a respirar. Fue una caminata con motivo del “Día Mundial Sin Tabaco”, durante la cual se recogió la basura del suelo y se hicieron ejercicios para aprender a respirar, en sentido literal y también en sentido simbólico.
14:00 h – EL ELEMENTO TIERRA. Se realizaron talleres artísticos, para grandes y pequeños, como modelar arcilla, pintar, dibujar y escribir, al son de un órgano, en los jardines del museo.
15:30 h – EL ELEMENTO AGUA. Se pudo contemplar una exposición de pintura titulada: “Los Mil Reflejos del Agua”, a cargo del estudio de pintura de Françoise Terseur, complementada por el recitado del escrito de Jorge Ángel Livraga, “Érase una Vez un Río”, por Sara Saiago. Y, por último, se realizó la Conferencia titulada: “Los Misterios del Océano”, a cargo de Françoise Terseur.
16:30 h – EL ELEMENTO AIRE. Se escuchó una pieza musical para violonchelo, a cargo de Catarina Coelho, titulada: “El Canto de los Pájaros”. Se trata de una canción tradicional catalana, que retrata un diálogo entre las distintas especies de aves. Se desconoce su compositor, así como la fecha de la obra. Pau Casals compuso en 1939 un arreglo de esta canción para violonchelo. Este elemento continuó con un recital de poesía del grupo Calíope, titulado “Hacia un Horizonte de Poesía”, que invitó a emprender un viaje por diferentes estados del alma humana, como la dulce melancolía, la pasión ardiente, la alegría contagiosa y la esperanza renovadora, con versos que tocaron el corazón y la mente.
17:30 h – EL ELEMENTO FUEGO. Fue tratado en la conferencia: “El Simbolismo Filosófico y Espiritual del Fuego”, impartida por Henrique Cachetas, donde se profundizó en el simbolismo del fuego, que necesita aire, sin el cual le sería imposible expresarse. Se apoya en la tierra y la consume cuando la toca. Seca y hace que el agua se evapore. Transforma todo lo que toca liberando su energía. El fuego sólo necesita un punto de apoyo en su base y, a partir de ahí, todos sus movimientos son verticales, una danza eterna con aspiraciones de altura, el símil más completo de la espiritualidad humana que busca a su Dios arriba, apoyándose apenas en el cuerpo que tiene para expresarse.