Los coches aparcados en las calles forman parte de nuestro paisaje urbano habitual, pero para una ciudad sana del futuro necesitamos espacio para los encuentros, para la naturaleza y lugares para jugar. Como parte de una iniciativa vecinal, los miembros de la Escuela NA de Leipzig ocuparon cinco plazas de aparcamiento para probar ideas alternativas en este espacio vital; con un tablero de ajedrez, un sofá y un árbol de la virtud, para utilizarlo como un lugar de encuentro y de conversaciones filosóficas, para proponer soluciones para esta época de cambio y para pensar juntos cómo se puede lograr un equilibrio justo entre todos los usuarios de la vía.