La sede de Nueva Acrópolis en Graz se transformó en un espacio de encuentro para casi un centenar de entusiastas del arte que celebraron el Día Mundial del Arte bajo el lema “Unidad en la Diversidad”. El evento fue una alegre celebración de creatividad, conexión e inspiración, con música en vivo, talleres interactivos, momentos de micrófono abierto, deliciosa comida y una emotiva velada junto al fuego.

La velada comenzó con una mágica experiencia sonora: en el sereno ambiente de la casa de té, el violín y la flauta japonesa guiaron a los invitados a un mundo de belleza a través de la música de La Princesa Mononoke de Joe Hisaishi. A continuación, se realizaron dos interesantes talleres: uno que exploraba la dimensión espiritual del arte precolombino y el otro que ofrecía la creación de mandalas como un viaje desde la reflexión interior hasta la expresión exterior.

Los participantes disfrutaron de una mezcla de expresiones artísticas (música, poesía y danza) y fueron invitados a tomar el micrófono o unirse al karaoke bajo las estrellas. El evento reconoció el arte como un lenguaje universal que eleva el espíritu humano y construye puentes entre personas, culturas y generaciones.

Donde se nutre la belleza, crece la humanidad. Este evento fue un conmovedor recordatorio de que el arte puede sembrar las semillas de la paz, la empatía y el significado compartido.