La fotografía es la forma más discreta de plantear una pregunta y encontrar la respuesta en la luz.

En Nueva Acrópolis Tirana, nos reunimos para una velada dedicada al Arte de la lente: un homenaje a la fotografía como puente entre la visión y el alma. A través de la luz, la perspectiva y la emoción, exploramos cómo cada imagen se convierte en un reflejo del mundo interior.

En un ejercicio sencillo pero profundo, invitamos a los participantes a ver la belleza en los demás a través de la lente; no para capturar rostros, sino presencias.

Cada fotografía es un acto de meditación: un momento donde el tiempo se detiene y el alma observa.
Más que una actividad, fue un recordatorio de que el arte comienza en la forma en que elegimos mirar la vida.