Miembros de Nueva Acrópolis Vlora visitaron Amantia, la antigua ciudad iliria encaramada en las colinas que dominan Vlora. Al recorrer el antiguo estadio, los restos del templo y las murallas, los participantes experimentaron el sitio no solo como un tesoro arqueológico, sino también como un espacio tranquilo para la reflexión.

Momentos de diálogo compartido se alternaron con un silencio reflexivo. El grupo exploró temas como la valentía, la identidad y la eterna búsqueda humana de significado, guiados por la silenciosa presencia de la historia que los rodea.

La visita concluyó con un intercambio abierto de ideas, donde mitos, historia y reflexiones personales se fusionaron con naturalidad. Más que una simple excursión, la experiencia se convirtió en un recordatorio de que la filosofía está viva dondequiera que los seres humanos busquen profundidad y conexión.

A veces, los lugares antiguos nos ayudan a redescubrir nuestros cimientos internos.