Una velada en el escenario: “latidos del corazón” (Israel)
En una fría noche de invierno, nos reunimos para vivir una velada sobre el escenario: “latidos del corazón”. Este evento no fue solo un conjunto de actuaciones, sino el resultado de un profundo viaje que unió la exploración interior profunda con la expresión externa. A través de meses de reflexión, creación y conexión, dimos forma a un espacio donde las palabras y las melodías resonaban con el pulso sagrado de la vida misma.
La esencia de la noche
Hay una ley eterna dentro de la existencia, tan constante como el latido del corazón. Pulsa incesantemente entre respiraciones, pero en momentos de agitación, a menudo se nos escapa de la conciencia, precisamente cuando más lo necesitamos. Hemos soportado un año de agitación, marcado por el dolor y la pérdida, pero elegimos la vida. Elegimos recordar el espíritu de la humanidad, el llamado superior, la dirección que guía. Elegimos expresar el corazón palpitante de la vida misma.
La voz del corazón es esquiva, a menudo ahogada por el ruido de la vida diaria. Pero si escuchamos con atención, podemos oír su ritmo: un pulso silencioso que nos guía hacia el interior, conectándonos con la reflexión, la conciencia y las elecciones profundas que dan forma a quienes somos.
Un viaje de expresión
El camino hacia esta velada fue tanto un viaje individual como colectivo: cada participante se sintonizó con el ritmo más profundo que nos conecta a todos. A través de la escritura, el intercambio y la escucha profunda, buscamos la resonancia del latido único, el ritmo que une.
Lo que comenzó como indagaciones personales se convirtió en una melodía compartida, un momento en el que el ritmo sagrado se encontró con los corazones palpitantes de todos los presentes.
Un vistazo a la música
A continuación, una muestra de una pieza que sintetiza el espíritu de la velada.
“Within the Silence”
Maayan Pressler
Muy agradecida por la precisión,
Por todo lo que veo,
Por la quietud del infinito,
Cuando me permito comprender,
Para habitar el mundo tal como es.
Un momento de sacralidad,
El gran amor,
Un orden que no necesita explicación—
Simplemente existe,
Y yo estoy dentro de él,
Ya sea que lo vea o no.
La precisión de la vida toma muchas formas,
Sólo yo puedo elegir ver,
Percibir el mundo como es,
Verme a mí mismo como soy,
Abrazarlo todo,
En eterna serenidad.
Un recordatorio duradero
Esta noche no fue sólo un momento en el tiempo sino un recordatorio—una alerta a escuchar el latido del corazón que nos guía, a elegir la vida en su sentido más profundo, y a dejar que nuestras voces se conviertan en vehículos de significado. Que sigamos creando, compartiendo y resonando con el ritmo que nos une a todos.