El taller de Nueva Acrópolis titulado “Reparando las Grietas” guió a los participantes en un profundo viaje filosófico inspirado en el antiguo arte japonés del Kintsugi. El taller trascendió una simple clase de manualidades, ofreciendo un poderoso marco para la autorreflexión y la renovación al explorar la belleza y la fuerza que se encuentran en la imperfección.

La sesión se dividió en dos fases distintas. La primera, “la ruptura”, animó a los participantes a participar en un proceso filosófico de observación de lo que está roto en sus vidas y a reconocer la necesidad de romper activamente viejos patrones para iniciar un cambio positivo. Esta etapa incluyó un ejercicio de escritura intuitiva, donde los asistentes reflexionaron sobre qué partes de sí mismos deseaban reconstruir y entablaron un diálogo interno para prepararse para el proceso de sanación.

La segunda fase, “la reparación”, se centró en el acto práctico e introspectivo de la reparación. Guiados por el principio de “Conócete a ti mismo”, el grupo exploró reacciones internas como la paciencia y la autoconciencia, y debatió diferentes enfoques de sanación. El taller finalmente demostró que nuestros defectos y cicatrices, cuando se reconocen y se reparan intencionalmente, no nos disminuyen sino que pueden transformarse en algo hermoso, resiliente y exclusivamente nuestro.