La armonía de los opuestos (Tirana, Albania)

Actividades Culturales

En una velada llena de arte y reflexión, Nueva Acrópolis organizó un evento filosófico y artístico dedicado a los roles femenino y masculino.

El evento buscó explorar, a través del arte y el simbolismo, cómo las dos energías fundamentales —la de la dulzura y la de la fuerza— se entrelazan en el ser humano consciente.
Las mujeres se inspiraron en las geishas y el arte japonés del Kintsugi, la antigua práctica de reparar cerámica rota con oro.
En su esencia filosófica, el Kintsugi enseña que las grietas y las heridas no son algo que ocultar, sino marcas sagradas de crecimiento: que la verdad y la belleza surgen cuando aceptamos la imperfección y transformamos el dolor en sabiduría.
A través de este acto simbólico de renovación, los participantes reflexionaron sobre el poder femenino para sanar, unir y traer armonía donde antes existía la división.

Por su parte, los hombres exploraron los arquetipos de Hermes y Hefesto, como símbolos de la inteligencia iluminadora y la fuerza creativa que nace de la paciencia. A través de diálogos y ejercicios filosóficos, descubrieron que la verdadera fuerza masculina surge de la claridad, la presencia y la responsabilidad.
En el encuentro de estos dos mundos, surgió un nuevo equilibrio: la dulzura guiando la fuerza y ​​la fuerza protegiendo la dulzura.
El evento se convirtió en una reflexión viva sobre el arte de la coexistencia entre opuestos, donde lo femenino y lo masculino se convierten en dos alientos de una misma vida.

Concluyó con un espíritu de unidad, un recordatorio de que el ser humano se completa solo al reconocer y honrar las dos fuerzas que configuran su naturaleza.

 

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