Filosofía en Acción: Nueva Acrópolis celebró el Día Internacional del Voluntariado (Israel)
En diciembre, en conmemoración del Día Internacional del Voluntariado, las sedes de Nueva Acrópolis en todo el país se unieron para una jornada nacional de voluntariado. Los voluntarios transformaron ideales filosóficos en apoyo comunitario tangible, restaurando tanto los espacios locales como el espíritu humano.
Devolviendo la Luz a los Hogares
En Tel Aviv, la jornada se centró en el poder de la conexión humana. Los voluntarios visitaron las casas de ancianos para ayudar con la limpieza profunda y la organización. El impacto fue inmediato y emotivo. Una residente, con el rostro iluminado por una amplia sonrisa, comentó: “¡Ha entrado tanta luz en mi casa! Se siente como un lugar diferente”.
Diálogo, Medio Ambiente y Juventud
En Haifa, la actividad comenzó con una reflexión filosófica sobre la esencia del voluntariado, explorando la pregunta: ¿qué significa el voluntariado para mí y qué es más difícil: dar o recibir? A esto le siguió la limpieza de las calles que rodean el centro, un mercado ecológico de productos sostenibles y una sesión de improvisación musical. En Menahamia, voluntarios renovaron el patio de un centro juvenil local, plantando un huerto y construyendo un nuevo escenario de madera y una zona de fogata para ofrecer un espacio vibrante para reuniones y presentaciones juveniles.
Compromiso honrado a través del servicio
En Rishon LeZion, voluntarios dedicaron su tiempo a renovar el vestíbulo público de su sede local. El día cobró un significado especial, ya que la ciudad celebró una ceremonia festiva en honor a las organizaciones de voluntariado más destacadas de 2025. Nueva Acrópolis se enorgulleció de estar entre las cinco mejores organizaciones, reconocida por su incansable labor, desde el apoyo a familias durante emergencias nacionales y la organización de campamentos de verano para niños desplazados hasta proyectos de limpieza de vecindarios.
Ya sea limpiando una casa, plantando un jardín o reflexionando sobre la naturaleza de la generosidad, el mensaje del voluntariado fue claro: la filosofía no es un estudio silencioso, sino una experiencia vivida: al limpiar la tierra y servir a las personas, cultivamos nuestra propia fuerza interior y fomentamos un mundo más compasivo.
















