Nueva Acrópolis llevó a cabo en el Museu Monográfico de Conímbriga (Coímbra), un taller dirigido por la profesora Françoise Terseur, donde se pudo experimentar la técnica del fresco a través de la utilización de pigmentos naturales, tal como lo hacían los antiguos romanos, quienes de esta manera crearon fabulosos murales, como los de la ciudad de Pompeya, donde las paredes se transforman en ventanas abiertas con vistas a maravillosos jardines. Así mismo, tenemos la suerte de encontrar vestigios de estas hermosas pinturas en Conímbriga.

Además de aprender esta técnica, se practicaron otras, que también permiten transformar las paredes de cualquier casa a través de aberturas sobre jardines o paisajes de la propia imaginación.