La Odisea como nunca la has visto (Ladispoli, Italia)

Actividades Artísticas y Artesanales

Un musical lleno de referencias a la vida actual, el que representó Nueva Acrópolis Ladispoli. Ulises se encarnó ante el público, que vio así parte de los relatos más famosos: el enfrentamiento con Polifemo, el poder embrujador de la hechicera Circe y las tentaciones de las sirenas.

Polifemo, todos lo sabemos, es un gigante de la mitología, ingenuo e instintivo. Su estómago desprecia las leyes de la hospitalidad, sagradas para Zeus. Pero, ¿quizá sigue sin estar entre nosotros, cuando no nos interesa acoger y conocer a los que son diferentes? ¿Integramos o utilizamos a los extranjeros para nuestros propios fines? Quién sabe si no se impondrán nuevas generaciones que sustituyan las modas y corrientes de opinión por la búsqueda de virtudes y valores propios del ser humano.

Circe, pues, nunca está muerta, permanece ahí observando, siempre dispuesta a transformar a los hombres en lo que mejor les representa. Ella es la Maya hindú, la ilusión, que, con el mejor de los hechizos, tiende trampas para hacernos llegar a nuestros límites y mostrarnos de qué estamos hechos. Así, las máscaras hipócritas caen en diversas situaciones: la competencia en el trabajo, el cotilleo, la traición a la palabra dada, la gula, la bribonería… vicios todos ellos representados por los animales en los que Circe nos transforma… ¡con respeto!

Sólo la ayuda del dios Hermes, el conocimiento, hará a Ulises firme e incorruptible, inmune a cualquier transformación, permitiéndole salvar a sus compañeros, que son, al fin y al cabo, una parte de él.

Por fin, ¡la isla de las Sirenas! Ulises, advertido por Circe, de la que tanto ha aprendido, (pues Maya enseña mucho si se puede conversar con ella), se hará atar al mástil, para oír y comprender qué y cuántas tentaciones arruinan al hombre. Entonces, como ahora…

Sólo si estamos bien atados a nuestros propios valores (el mástil), podremos reconocer y enfrentarnos a las voces engañosas que nos hacen creer que somos los mejores o que no valemos nada, que nos prometen amor eterno, o bienestar sin esfuerzo, para comprender que toda forma de adicción, por sutil que sea, embrutece al hombre.

Porque Ulises, como bien lo explicó Dante, nos dice que “no fuisteis hechos para vivir como brutos, sino para seguir la virtud y el conocimiento”.

Estas y otras enseñanzas fueron expresadas por los voluntarios de Nuova Acropoli a través del canto y del cuento de la paciente Penélope y los compañeros de Ulises, porque, al fin y al cabo, ¡todos somos héroes si aprendemos a ver la Vida como una maravillosa aventura!

 

 

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