Este fue el tema del último “Café filo” de Danielle, en el Espace Salvator para el Día de la Madre Tierra. Antes de comenzar el coloquio, se cuestionó la frase del título y se lanzó un debate para eliminar el «necesariamente», que podría influir en la respuesta. Tras una votación a mano alzada, se reformuló el tema del debate: ¿Perjudica el progreso tecnológico a la naturaleza?
El número de partidarios del «sí» y del «no» estaba equilibrado, y el debate se desarrolló de forma animada para establecer una síntesis de los distintos argumentos.
El progreso tecnológico es una creación del hombre, al servicio del hombre. El progreso tecnológico protege al hombre de las fuerzas a veces hostiles de la Naturaleza. El hombre es parte integrante de la Naturaleza. Si dañamos a la Naturaleza, también nos dañamos a nosotros mismos. El hombre puede ser destructivo y cree que puede reparar los daños causados por el progreso tecnológico.
Para abordar esta cuestión, es importante la escala temporal…
Desde el punto de vista humano, los daños causados a la Naturaleza son importantes y a menudo irreparables.
A escala espacio-temporal, el hombre no es más que una mota de polvo en el Universo, un mero rasguño en la capacidad de renovación de la Naturaleza. La humanidad desaparecerá sin perturbar la Naturaleza. La Naturaleza es autosuficiente.