Por tercera vez y con un gran éxito de público, se llevó a cabo la puesta en escena de “El Principito” de Antoine de Saint-Exupery, una visión filosófica de una de sus más populares novelas cortas.

En la primera parte se recrearon las escenas más importantes en el libro para revivir sus enseñanzas atemporales. En una segunda mitad se lanzó la pregunta: ¿Qué pasaría si el Principito decidiera volver a la tierra hoy?

El resultado fue un viaje auto-crítico a través de los paradigmas que constituyen nuestra sociedad moderna. La idea de la riqueza sin razón, un sistema educativo que no construye la personalidad. Ser esclavos del trabajo o adictos a la tecnología fueron también algunas de las cuestiones que han surgido en el escenario.