Juego filosófico ‘El retorno del héroe’ (Volgogrado, Rusia)
Hay un laberinto de la antigua Chartres dibujado en un pedazo de papel. El lápiz sigue las curvas del camino, que a veces se acerca al centro, la meta del camino, o literalmente salta lejos de él… Así es como se atraviesa el antiguo laberinto y se inicia el juego filosófico “El retorno del héroe”.
Un héroe no es solo el griego Aquiles o Hércules, que se ganó un lugar entre los dioses con sus hazañas.
Un héroe somos cada uno de nosotros en su propio camino, que toma decisiones, se esfuerza, supera los retos, se cae y se levanta… Pero, ¿hay alguna lógica, hay algún sentido en este largo y difícil camino? Sí. Así lo dice el ejemplo del mitológico Teseo, el ganador del Minotauro en el Laberinto cretense.
Pasando por etapa tras etapa, nos dirigimos a nuestro propio centro (¿y qué vive en él?), nos armamos con un lema que nos ayudará en el momento de los retos, intentamos tomar la decisión correcta (lo que significa “correcto”). Paso a paso, nos fuimos conociendo mejor a nosotros mismos y a los que caminaban a nuestro lado. Aprendimos a buscar a tientas el Hilo de Ariadna, que finalmente nos trajo de vuelta. Somos iguales, pero un poco diferentes…
Y todas estas aventuras caben en tres horas y en varias salas del centro cultural Nueva Acrópolis. El juego filosófico completó el ciclo de clases “Aprendiendo de los grandes. Teoría + práctica”.