Un Seminario de Heráldica cerró el ciclo de actividades en Nueva Acrópolis Almería con motivo del Día Mundial de la Filosofía que se celebra el tercer jueves del mes de noviembre a instancias de la UNESCO. El seminario de Heráldica estuvo a cargo de la licenciada en Historia Filipa Lameira. Este año el ciclo estuvo dedicado al tema El lenguaje de los símbolos.

 

 

 

 

Introducción

Se suele considerar la caída del Imperio Romano como el inicio de la Edad Media. Será en este período cuando nace la Heráldica. Con anterioridad los escudos tenían carácter defensivo, protector. Representan a un conjunto o unidad, como una legión. Representa una identidad colectiva.

Durante la Edad Media evoluciona el armamento de los caballeros. Las armaduras dificultan la identificación del combatiente. Los primeros escudos son familiares. Los heraldos presentaban a los combatientes en los torneos; con lo cual se convertirán en los grandes especialistas de la heráldica gentilicia. Surgen entonces las reglas para los escudos. Las reglas de Heráldica surgen por la necesidad de identificar al caballero. El escudo es como el DNI de la época.

 

 

 

Heráldica

Existen distintos tipos: gentilicia (representa a una familia), cívica (ciudad), de colegios profesionales, eclesiástica, militar, náutica, etc. A partir del escudo surgen zonas diferentes con distintos significados o importancias. Se usan diferentes colores, metales, pieles (vero o armiño). En piedra el color se representa con el tallado.

A modo de ilustración se estudió el significado de muchos y muy diferentes símbolos empleados en Heráldica. Plantas, animales, según posiciones o actitudes, etc. Para terminar estas ilustraciones se explicaron ampliamente los escudos de la ciudad de Almería y de la provincia de Almería.

El seminario de Heráldica terminó con un recorrido por la ciudad de Almería y una exposición sobre los escudos que aún pueden observarse en edificios públicos como la iglesia de San Sebastián y la iglesia de Santiago, el Ayuntamiento, la Catedral o el palacio episcopal. Un tapeo y sobre mesa en un lugar típico sirvió para fundir experiencias.