Cada miembro “apadrinó” un arbolito: lo sembró, le puso un nombre y dedicó un deseo para que junto con ese árbol crezca algún valor, sentimiento o virtud en nuestro querido Perú.

Como sabemos, la Tierra es un ser vivo que requiere cuidado y respeto. Plantar árboles contribuye con su conservación porque reduce el efecto invernadero, transforma en oxígeno el dióxido de carbono, previene desastres por deslizamientos de tierra y propicia que la vida de muchas especies -entre ellas, la nuestra- se desarrollen con armonía.

Agradecemos al Ayuntamiento del distrito de Namora por la entrega de los plantones de pino y a los miembros voluntarios de Nueva Acrópolis Cajamarca, quienes organizaron esta importante acción ecológica.

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