El espacio competitivo nos brinda el patio de recreo más real que uno podría pedir: un patio de recreo de la vida, los límites físicos pero también emocionales se ponen a prueba y tenemos la oportunidad de “jugar” con nosotros mismos y ver qué está sucediendo allí, cómo reaccionamos. .

Como filósofos, corremos a este patio de juegos con la esperanza de traer el espíritu del atleta también a nuestras vidas. Y esa es exactamente la conexión entre el deporte y la filosofía.

Integrantes de nuestra Escuela del Deporte se reunieron esta semana en unos “mini Juegos Olímpicos” de preparación para los Juegos Internacionales que se realizarán en Brasil en julio.