Mantener una agenda apretada mientras se completan las tareas diarias suele ir acompañado de una sensación inminente de falta de tiempo. En lugar de trabajar duro en busca del futuro, deberíamos abrazar el tiempo, ya que nos trae pruebas, giros (des)afortunados y, en ocasiones, nuevos vínculos.

De modo que celebramos los 13 años de nuestra actividad organizando una caminata en nuestra ciudad.

Nuestro grupo llegó a la cima de Maribor Pohorje al amanecer, cuando un hermoso paisaje nocturno de nuestra ciudad, iluminado por numerosas luces cálidas, se reveló en el valle.

La vista fue realmente inspiradora y nos brindó un momento único para contemplar cómo se ve la vida desde una perspectiva más elevada. Si lo que buscamos es sabiduría, tenemos que subir un poco más alto para alcanzar un punto de vista desde donde nuestra angustia diaria parece innecesaria y cada coincidencia encaja perfectamente en el lugar del panorama más amplio.

Como el tiempo nos trae alegría, nos gustaría agarrarlo y retenerlo pero siempre encuentra la manera de deslizarse entre nuestros dedos. Cuando reflexionamos sobre nuestro pasado, nos damos cuenta de que esos momentos fueron únicos. Así que aferrémonos al sentimiento, ya que nos enseña a prestar más atención a lo que sucede frente a nosotros.