Comenzamos con los fundamentos del método de Leonardo: observar y hacerse preguntas. ¿Cuál es la diferencia entre el verdor de los árboles? ¿De dónde proviene la sombra? ¿Qué es la «regla de las hojas»? ¿Con qué detalle se puede describir el movimiento del agua? Todas estas preguntas nos resultaron especialmente relevantes en el Día de la Madre Tierra, ya que un residente de una megalópolis está rodeado de un espacio digital, no de un bosque, y se comunica más a menudo con inteligencia artificial que con aves y otros animales. Aprendimos a combinar la perspectiva de un científico natural y la de un filósofo para comprender mejor la naturaleza y sus leyes.