Un domingo por la mañana, los niños y maestros de la aldea de Dor Marunt nos recibieron, como de costumbre, con los brazos abiertos, una comida deliciosa y una canción de bienvenida que cantaron de todo corazón. Les enseñamos algunas normas de higiene y les ofrecimos algunos elementos útiles para usarlos. Elaboramos con ellos hermosos “mărţişoare” –símbolos rumanos que celebran la llegada de la primavera–, con papel de colores, fieltro y pasta. Para alegría de todos, los voluntarios de Nueva Acrópolis les entregaron dulces y frutas, además de materiales escolares, libros, ropa y alimentos para ellos y sus familias.