Taller de fotografía con perspectiva filosófica organizado por Nueva Acrópolis Burdeos 

“Poner en la misma línea, el ojo, la cabeza y el corazón”, esta es la definición de fotografía del maestro indiscutible, el ojo del siglo: Henry-Cartier-Bresson.

Y mientras los ojos convergen en las cumbres, ¿cómo no vincular estas palabras a las de los filósofos, “maestros de la sabiduría” que también buscan vincular contemplación y acción?
¡Este es el punto común entre los artistas fotográficos “callejeros” y también los pensadores como Sócrates, en la calle!

Esto es lo que una docena de fotógrafos-filósofos en ciernes buscaba en las calles de Burdeos, tras la conferencia de Olivier Larrègle sobre Miguel Ángel, que abordó su tema desde el ángulo de la belleza.

Es en ambos casos de la “conversión” de la mirada, aquello que traemos a nuestro mundo y a nuestro entorno lo que nos hace ver (o no) lo esencial y la belleza en cuestión.

Otro trabajo común a ambas disciplinas: presencia. Este es el primer principio para “captar” las imágenes, la luz, el orden, el “significado” percibido a nuestro alrededor, en un lugar, en un momento: “decisivo” siempre dirá Cartier Bresson, el maestro “fotógrafo – filósofo ”.