A raíz del estado de emergencia en el país, cambiamos los planes originales para la celebración del Día de la Filosofía y los adaptamos a un espacio de encuentro humano cercano, abrazador y sanador.
En cada una de las sedes llevamos a cabo actividades prácticas, diálogos y tiempo para estar juntos. Cada sede con su cualidad especial.
Practicamos yoga y Qigong juntos para relajarnos y mantener nuestro centro interior, experimentamos la creación artística curativa, realizamos un círculo conjunto de canto y música, debatimos sobre el valor de la esperanza y cómo se relaciona con la actual situación y cómo podemos trabajar con ella. De habló sobre el papel de la filosofía en tiempos de crisis.

Todos los que asistieron se llevaron la experiencia satisfactoria de una comunidad que se esfuerza por vivir a la luz de los valores humanos, incluso en una época en la que la oscuridad circundante amenaza con apagar la luz.